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La obesidad infantil es, sin duda, uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sector de la nutrición pediátrica. Por ello, están más que relacionadas y los profesionales en Nutrición y Dietética deben formarse como tal. En este artículo, encontrarás información sobre algunas de nuestras formaciones online en este sector. Con ellas, podrás conocer temas tan interesantes como los distintos grados de obesidad que existen. ¿Te animas a hacerlo desde casa, con máxima flexibilidad y siendo el dueño de tus horarios y ritmos? ¡De diez! Quédate y conoce uno de nuestros magíster estrella: el Magíster en Nutrición pediátrica 100% virtual. ¿Nos acompañas?
La obesidad es una condición de salud que afecta a un gran número de personas en todo el mundo. Esta enfermedad se caracteriza por un exceso de grasa corporal que puede tener consecuencias graves en la calidad de vida y la salud de quien la padece.
Pero no todas las personas obesas son iguales, y es por ello que se han desarrollado distintos grados de obesidad para clasificar y evaluar el riesgo de enfermedades asociadas a esta enfermedad.
En este artículo, exploraremos los diferentes grados de obesidad, cómo se miden y el riesgo para la salud que estás pueden representar
Existen tres grados de obesidad que se utilizan comúnmente para clasificar la cantidad de exceso de peso que tiene una persona. Estos grados de obesidad se definen por el índice de masa corporal (IMC), que es una medida que relaciona la altura y el peso de una persona. El IMC se calcula dividiendo el peso en kilogramos por el cuadrado de la altura en metros.
El primer grado de obesidad se considera cuando el IMC se encuentra entre 30 y 34,9. Este grado de obesidad puede aumentar el riesgo de enfermedades como la hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares, osteoartritis y ciertos tipos de cáncer.
El segundo grado de obesidad se considera cuando el IMC se encuentra entre 35 y 39,9. Este grado de obesidad conlleva un riesgo significativamente mayor de desarrollar las mismas enfermedades que el primer grado de obesidad.
El tercer grado de obesidad, también conocido como obesidad mórbida, se considera cuando el IMC es igual o superior a 40. La obesidad mórbida es la forma más grave de obesidad y se asocia con un mayor riesgo de complicaciones médicas graves, debido a la cantidad excesiva de grasa presente en el cuerpo.
Es importante tener en cuenta que el IMC no es una medida perfecta de la grasa corporal, ya que no tiene en cuenta la composición corporal, como la masa muscular y la masa ósea. Sin embargo, es una herramienta útil para evaluar el riesgo de enfermedades asociadas con la obesidad, en especial para los nutricionistas para embarazadas, y para establecer metas razonables para la pérdida de peso.
El tratamiento de los diferentes grados de obesidad puede variar dependiendo de la causa subyacente de la enfermedad, la salud general del individuo y los riesgos asociados a la obesidad en cada caso.
En general, el objetivo del tratamiento es reducir el exceso de peso, cambiar la distribución de la grasa y mejorar la salud general del paciente. A continuación, se detallan algunos de los tratamientos más comunes para los distintos grados de obesidad:
Para las personas que la padecen, el tratamiento suele comenzar con cambios en el estilo de vida, como una dieta saludable y actividad física regular. El objetivo es reducir el peso de forma gradual y constante, lo que puede mejorar la salud y reducir el riesgo de complicaciones. También pueden ser recomendables terapias psicológicas o de comportamiento para ayudar al paciente a desarrollar hábitos saludables y abordar posibles problemas emocionales.
En estos tipos de obesidad, puede ser necesario un tratamiento más agresivo que incluya cambios en la dieta y la actividad física, y en algunos casos se pueden considerar medicamentos para la pérdida de peso. También puede ser necesario un seguimiento más estrecho por parte de un nutricionista clínico para controlar la salud del paciente y prevenir complicaciones.
En este grado de obesidad extrema, el tratamiento suele ser más invasivo e incluye opciones como la cirugía bariátrica, que puede ayudar a los pacientes a perder grandes cantidades de peso en poco tiempo. La cirugía también puede mejorar la salud y reducir el riesgo de complicaciones en aquellos que tienen obesidad mórbida. Sin embargo, también conlleva algunos riesgos y debe ser evaluada cuidadosamente por un equipo médico especializado.
La obesidad sigue siendo un problema de salud global. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2016 más de 1.900 millones de adultos tenían sobrepeso, y de ellos, más de 650 millones eran obesos. Además, en ese mismo año, alrededor de 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos.
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