Aprende ejercicios de gerontogimnasia básicos con nosotros
Como todos sabemos, el paso de los años trae consigo un envejecimiento vital que se refleja en nuestro físico. Nuestros músculos se debilitan, perdemos flexibilidad, las articulaciones se nos resienten, aparecen dolores sin precedentes, etc. En definitiva, todo el mundo va a pasar por este declive físico propio de la tercera edad. Es por eso que es importante practicar ejercicios de gerontogimnasia para mantener el cuerpo en forma en esta etapa de la vida.
En Euroinnova disponemos de programas de gimnasia y ejercicio muy diversos: algunos cursos y masters se centran en nutrición, otros en entrenamiento personal y, por supuesto, también tenemos formación en ejercicios de gerontogimnasia. ¡Sigue leyendo para descubrir todo lo que tenemos que ofrecerte para impulsar tu trayectoria personal especializándose!
¿Qué es la gerontogimnasia?
La gerontogimnasia o gimnasia para mayores consiste en una serie de ejercicios físicos destinados específicamente a personas de la tercera edad. Estas actividades son más simples en ejecución que la de otras rutinas de ejercicio para personas más jóvenes y entrenadas. Se fundamenta en las diferencias de los cuerpos envejecidos y en frenar el deterioro físico que se presupone en personas mayores de 60 años.
Está comprobado que hacer ejercicio es saludable para todas las etapas de la vida. Sin embargo, aunque de jóvenes las personas hagamos ejercicio con frecuencia, a medida que vamos envejeciendo y sumamos más responsabilidades varias a nuestros hombres dejamos de lado el entrenamiento y la gimnasia. Es por eso que los ejercicios de gerontogimnasia tienen un efecto muy positivo en la conservación corporal y mental en personas de la tercera edad.
Beneficios de la gerontogimnasia
Es innegable que los ejercicios de gerontogimnasia ejercen una influencia positiva notable en la salud física y psíquica de las personas mayores. Los beneficios de mantenerse activo en la vejez son:
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Mejora la fuerza y flexibilidad muscular: Ayuda a mantener los músculos fuertes y flexibles, lo que puede prevenir lesiones y facilitar la capacidad para realizar actividades cotidianas.
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Favorece la salud cardiovascular: Los ejercicios de gerontogimnasia de baja intensidad pueden mejorar la salud del corazón y disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
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Previene enfermedades crónicas: Aunque no suponga un remedio milagroso para protegernos definitivamente contra estas dolencias, puede ayudar a aliviar o evitar condiciones como la diabetes, la osteoporosis y la artritis.
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Mejora el equilibrio y la coordinación: Puede ayudar a prevenir lesiones relacionadas con las caídas. El fortalecimiento de los músculos conlleva una mayor agilidad, flexibilidad, rapidez y rango de movimiento, por lo que habría menos posibilidades de sufrir una caída fatídica.
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Sube los ánimos y mima la salud mental: Los ejercicios de gerontogimnasia son una forma de autocuidado en una etapa vital tan delicada. El ejercicio contribuye a reducir el estrés y la ansiedad, por lo que trae paz mental y una mejora significativa de la salud mental de los ancianos.
Ejercicios de gerontogimansia
Cabe recalcar que no existen ejercicios de gerontogimnasia predefinidos, sino que cada profesional debe diseñar una rutina de actividades físicas en función de las necesidades y capacidades físicas de cada persona.
Cada ejercicio tiene un sentido subyacente y está destinado a mejorar la movilidad de una zona del cuerpo, bien sea articular o muscular. Por ello, los ejercicios de gerontogimnasia siempre los planifican terapeutas especializados en geriatría.
A continuación te presentamos algunos ejercicios de gerontogimnasia básicos para que los puedas incluir en tu rutina de ejercicios:
Ejercicios de gerontogimnasia para los brazos
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Flexiones de brazos en la pared: Hay que pararse frente a una pared y coloca las manos en la pared a la altura de los hombros. Manteniendo los pies fijos en el suelo, inclinarse hacia la pared y luego empujarse hacia atrás.
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Elevaciones laterales de brazos: Con una botella de agua en cada mano, colocarse de pie con los brazos extendidos a los lados y las palmas hacia abajo. Levantar los brazos hacia los lados hasta que estén a la altura de los hombros y luego bajar los brazos de nuevo.
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Flexiones de brazos en una silla: Sentarse en una silla firme y colocar las manos en los bordes de la silla a la altura de los hombros. Lentamente, bajar el cuerpo hacia el suelo y luego regresar a la posición inicial.
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Extensiones de brazos con pesas: Sentarse en una silla firme con una pesa de bajo peso (1 kg, por ejemplo) en cada mano. Manteniendo los brazos a los lados, levantar las pesas hacia arriba y hacia atrás, extendiendo los brazos detrás del cuerpo. Luego, regresar a la posición inicial.
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Rotaciones de brazos: De pie con los pies separados a la altura de los hombros, extender los brazos hacia los lados a la altura de los hombros. Luego, girar los brazos hacia delante y hacia atrás en pequeños círculos. Cambiar la dirección de los círculos después de unos segundos.
Ejercicios de gerontogimnasia para las piernas
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Caminar: Puede sonar un poco básico, pero es la realidad: caminar es uno de los mejores ejercicios para las piernas y también es una actividad aeróbica de bajo impacto. Caminar a un ritmo constante durante al menos 30 minutos al día puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular y fortalecer las piernas.
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Sentadillas: De pie con los pies separados a la altura de los hombros, bajar el cuerpo como si uno se fuera a sentar en una silla imaginaria y luego regresar a la posición inicial. Tratar de mantener la espalda recta durante todo el movimiento y asegurarse de que las rodillas no se extiendan más allá de los dedos de los pies.
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Estocadas: De pie con los pies separados a la altura de los hombros, dar un paso adelante con una pierna y doblar la rodilla hasta que el muslo esté paralelo al suelo. Luego, regresar a la posición inicial y repetir con la otra pierna.
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Elevaciones de pantorrillas: De pie con los pies separados a la altura de los hombros, levantar los talones del suelo y luego bajar los talones de vuelta al suelo. Este ejercicio es especialmente beneficioso para fortalecer las pantorrillas.
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Subir escaleras: En caso de tener acceso a una escalera, subir y bajar escalones es un excelente ejercicio para las piernas. Comenzar subiendo un solo escalón a la vez y luego aumentar gradualmente la altura de los escalones.
Ejercicios de gerontogimnasia para mejorar la flexibilidad
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Estiramiento de pantorrillas: Pararse frente a una pared con los pies separados a la altura de los hombros. Luego, colocar las manos en la pared y lentamente llevar un pie hacia atrás, manteniendo el talón en el suelo. Mantener la posición durante unos segundos y luego cambiar de pierna.
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Estiramiento de cuádriceps: Sentarse en una silla firme y colocar los pies en el suelo. Luego, levantar un pie hacia atrás y agarrar el tobillo con la mano del mismo lado. Mantener la posición durante unos segundos y luego cambiar de pierna.
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Estiramiento de isquiotibiales: Sentarse en el suelo con las piernas extendidas hacia delante. Luego, inclinarse hacia adelante y tratar de tocar los dedos de los pies. Mantener la posición durante unos segundos y luego regresar a la posición inicial.
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Estiramiento de la columna vertebral: Sentarse en una silla firme y colocar las manos detrás de la cabeza. Luego, lentamente inclinarse hacia un lado y tratar de tocar el codo con la rodilla del mismo lado. Mantener la posición durante unos segundos y luego repetir en el otro lado.
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Estiramiento de los músculos de la espalda: Sentarse en una silla firme y colocar las manos en las rodillas. Luego, lentamente girar el torso hacia un lado, manteniendo los pies en el suelo. Mantener la posición durante unos segundos y luego repetir en el otro lado.
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